España autoriza de forma sistemática un método de fumigación masivo y
prohibido de manera genérica por la legislación europea y española:
rociar los bosques con insecticida desde una aeronave. Solo el año
pasado, Andalucía, Baleares, Extremadura, País Vasco, Madrid y Murcia
solicitaron y obtuvieron un permiso pensado como “excepcional” para
fumigar desde aviones o helicópteros. El plaguicida se vertió sobre sus
pinares para matar orugas de procesionaria ( Traumatocampa pityocampa).
Se adujo “urgencia” por aplicar este método y la “inviabilidad de
tratamientos terrestres”, según justificó el Gobierno. 86 términos
municipales y casi 40.000 hectáreas de pinos recibieron una lluvia de
polvo de insecticida.
Font: eldiario.es