Des de El salmón contracorriente ens arriba aquest interessant article:
La gran distribución es el poder del oligopolio en acción: decide
tipo de alimento, variedades, precio, estacionalidad, país de origen,
tipo de producción… Es decir, todo, porque en el sistema alimentario
predominante lo que no está en los lineales de un súper no existe. Bajo
el manto de diversidad ficticia de sus estanterías se esconde la
uniformidad de un puñado de empresas. Corporaciones alimentarias que, en
su mayoría, pertenecen, cooperan o invierten en conglomerados que
controlan otros sectores económicos.
Basta con poner unos cuantos ejemplos: ¿Leche? Cuatro empresas
controlan el 60% del mercado. ¿Huevos? Cinco empresas controlan,
aproximadamente, uno de cada 4 huevos que consumimos. ¿Frutas
verduras? En el Estado, cinco grupos controlan más del 45%. ¿Carne de
pollo? Tres empresas la mitad del pollo consumido en el Estado, la
primera de ellas controla casi un tercio ¿Productos cárnicos? el 70% lo
controlan cuatro actores.Esta concentración de poder, también afecta a la producción de
semillas -que se encuentra en manos de cuatro empresas-, y a la menos
conocida situación de los animales -la industrialización ganadera se
basa en animales seleccionados genéticamente y en piensos que son
controlados, a nivel mundial, por no más de 10 empresas-.