Interessant article de Ramón Besa a El País Catalunya d’ahir dissabte sobre horts urbans i les botigues a granel de Barna.
Ahora se cultivan huertos en las escuelas para que los niños sepan por boca de los maestros lo que los hijos aprendíamos de los padres: “Quien sabe cuidar de un huerto, siempre sabrá cuidar de sí mismo”. Ya no alcanza con mirar la maceta del balcón para ver el tiempo pasar y aprender a esperar como el abuelo. Hay que renovar la pedagogía para afrontar una vida tan cambiante como el tiempo, cada vez más extremista, mitad sol y mitad lluvia, invierno o verano, nunca otoño ni primavera. A los niños se les enseña mientras algunos padres faenan en parcelas alquiladas a propietarios que trocean su finca porque comercializan mejor con la tierra que con sus frutos. Hay un interés compartido que no siempre tiene que ver con la necesidad, como ocurre en muchos municipios que ya disponen huertos urbanos en suelo sin uso.