Al llegir aquest article del Crudo m’he enrecordat d’una part de la xerrada del divendres: només la movilització de la societat civil pot canviar les coses.
Repitamos esas dos palabras, sociedad civil, porque de ellas depende nuestro presente y futuro. De ellas ha dependido siempre pero la mayor parte lo habíamos aparcado en la cómoda apatía del bienestar. El malestar nos ha hecho volver a ella. Estamos perdiendo mucho de lo que habíamos ganado pero hemos recuperado un pilar fundamental de la democracia que habíamos perdido como colectivo: la sociedad civil. No me cansaré de repetir esas palabras.
Tota transformació comença en els marges de la comunitat, creixen a poc a poc, regant-se cada dia una miqueta. Com deia la Françoise Giraud, “nunca creí que pudiéramos transformar el mundo, pero todos los días se pueden transformar las cosas”.